La realidad es que 3 de cada 4 niños ha tenido al menos una infección de oído antes de su tercer cumpleaños. No siempre pueden decir "me duele el oído", entonces es bueno conocer los posibles síntomas. Podrían:
- Estirarse la oreja
- Estar especialmente molestos o llorar más
- Tener fiebre
- Mostrar problemas para escuchar o responder a sonidos bajos
Para ayudar a aliviar el dolor de oídos en los bebés:
- Intenta colocarle en el oído una compresa tibia (no caliente) cubierta con una toalla. Un paño tibio y húmedo sobre la oreja también puede funcionar.
- Consulta a tu farmacéutico por gotas para el oído. Podrían ayudar a aliviar el dolor.
- Llama a su pediatra si el dolor de oídos dura más de 3 días. La buena noticia es que el dolor suele desaparecer antes de ese momento.
Para ayudar a prevenir su próxima infección de oídos:
- Asegúrate de que estén erguidos cuando beben. Intenta sostenerlos a un ángulo de 45° al darles el biberón y no los acuestes mientras beben. Esto evitará que el líquido ingrese a las trompas de Eustaquio, los pequeños canales que conectan el oído medio con la garganta.
- No expongas a tus hijos al humo del cigarrillo. El polvo y el humo pueden aumentar el riesgo de acumulación de líquidos en los oídos y de infección.